lunes, 5 de enero de 2009

El frágil túnel espectro temporal


Por: Alexei

Llegando a la casa vio como se le acercaba un grillo saltando. Se quedó quieto y quedaron de frente mirándose uno al otro. Sus ojos tenían un vacío infinito como un espejo reflejado. El otro en cambio tenía cierta malicia por dentro, le salía de las entrañas un hedor a mentiras y engaños que ni él mismo podía controlar. Quisieron besarse pero no lo hicieron. Sólo se cogieron de la mano y se fueron saltando como dos niños que recién salen a jugar.

Todo son figuras mágicas de forma y movimiento. En este mundo todo es bello en mi forma de ver, me gusta como los paisajes pasan de tonos violetas a colores oscuros, todo fluye tal y como el sol delegó la función de la tranquilidad de las grandes esfinges espectrales de la antigüedad. Con la caída del agua cerca del estanque todo era hábitat perfecto para seres espectaculares.

Frunció el ceño preguntándose qué era lo que rondaba cerca de las cuevas San Sebastián, sabía que hace tiempo eran minas de oro pero que un derrumbe se había comido una vez de un bocado a toda la gente que allí trabajaba. Sin embargo avanzó y en el fondo vio una luz. Mientras avanzaba, las gotas frías le caían en su cabeza rapada, lo que le hacía sentir un leve escalofrío desde el cuello hasta la espalda. Este pequeño destello se acercaba más y más. Trataba de distinguir lo que pudiera ser aquello. Lo primero que pensó fue que se trataría de una virgen con un velón prendido.

En adelante el encanto prematuro de la dimensión oculta de aquellas precipitaciones de luz encuadernadas en bolas de tiempo, siguieron por el camino de los túneles largos que hacían recorridos de ida y vuelta constantemente. Lástima que las grandes cosechas se perdieron porque de verdad yo mismo aguante hambre en esa época. Sin esto importar, ellos siguieron y se vieron envueltos en un mundo casi real e hiperrealista. Ni yo sé qué es eso.

Si hubiésemos decidido quién influyó a quién para entrar en ese caso de gran dificultad, podríamos decir que los grandes implicados son aquellos cobardes hijos de las nebulosas distorsionadas por arcanos divididos no comprendidos en el medio grande inmaculado de las dispensas de café molido. Te lo juro que es en serio. Esto es hiperreal.

Qué más da si sigues leyendo, igual encontrarás palabras y palabras que algún sentido tendrán, algo pensarás, una imagen se formará, unos sentidos se agudizarán, unos parásitos morirán y nuevos árboles crecerán. El presidente y el ministro renunciarán y nuestros ancestros resucitarán. Así que no pares por favor no pares ya estoy cansado de hacer cuadres y qué interesa si por la tarde me como dos presas de jugosa carne.

Con el pasar de los años describiré su aspecto. Sus ojos claros, clarísimos casi blancos, no tenía casi frente, le salía el pelo de las cejas y miraba con pasión desenfrenada las cosas buenas de la vida. Ni alto ni bajito, ni gordo ni flaquito, eso si algo perturbadito. Así las cosas creo que lo he mostrado demasiado y no quiero mostrarlo porque tú tienes que encontrarlo no sé de qué manera, sea como sea. De pronto si paras no vuelves a conseguir llegar tan lejos como lo hiciste aquella primera vez que aprovechaste el tiempo. Maldita cuántica.

Delego y delego responsabilidades no hago nada, pero tú tampoco, ni delegas ni trabajas, qué te pasa no entres en la espiral trágica del destino frustrado porque allí nacerás como un nuevo cerdo maleable dentro de la harina social. Quiero pescado apanado con ingredientes impunes de color marrón caca. Tú también comerás, procesarás y cagarás cual ser humano trágicamente normal.

Los cristales se dispersaron entre la densa niebla, brillaban como los ojos de los sapos en la superficie de un estanque. Huele a humedad y cuelgan los bejucos. Salen los ricos y entran los pobres en el fango mentiroso de la comunicación elaborada para controlar mentes o entes convertidos en discípulos de la congestión nasal y de tránsito por vía libre, entre los recovecos de los quehaceres matutinos.

La punta del espiral chuza pero por dentro te abraza y te envuelve en un sentimiento de nostalgia clara e inocente que es lo único que me sirve de inspiración. El amor era lo que faltaba, su ausencia me había metido en este trance tan complicado y ahondado en la miseria de la mente en blanco y la página en blanco. Hay que despertar de esta pesadilla o trasladarse a un sueño más agradable porque no entiendo de donde fluya tanta reflexión que en realidad es una retrospección.

Cuando creyó estar metido en una eterna tumba dorada todo estalló y él como materia era miles de pedazos que ya para los mortales era carne desmembrada por la envidia. Lo que vino después fue la calma, esa maldita calma que no me gusta. Me gusta todo agitado, latiendo, dando, hablando y componiendo. ¿Cuánto más hay que esperar para tenerlo? Ya te dije que ni yo mismo lo sé.

Cuando salió del túnel no vio luz sólo unos pocos destellos de luna que siguieron marcando su camino, la noche parecía eterna, pero sabía que lo único eterno es el universo y nuestro pensamiento. Por eso convoco gente para que siga la línea justa de la vida esa que tantos hablan pero que pocos aplican.

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